Este área engloba los problemas de agresividad, retraimiento y competencia social. Estos, pueden manifestarse por separado o de forma conjunta en los niños/adolescentes. Cualquiera de los tres problemas hace referencia a la incapacidad del individuo de mantener una interacción social adecuada con el entorno. El modelo cognitivo conductual integrado propone para su intervención, por un lado, un entrenamiento en el aprendizaje de diferentes habilidades sociales: básicas, avanzadas, relacionadas con los sentimientos, alternativas a la agresión, de afrontamiento ante el estrés y de habilidades de planificación. Por otro lado una modificación de la conducta- problema a través de diferentes técnicas como: la modificación y reestructuración cognitiva, auto-instrucciones, relajación y el entrenamiento en habilidades de comunicación asertiva.